Después de la muerte de la tipa esta del PP de León se ha montado un buen revuelo por los comentarios generados en las redes sociales. Por lo visto a nuestros caciques no les parece bien que la peña se alegre o se mofe de la muerte de una de sus colegas, y esto en principio no estaría mal si no fuera porque con esta excusa pretenden arrebatarnos una del las pocas libertades que nos quedan, la de expresión. Claro, no pasa nada si decimos lo que pensamos en nuestro reducido grupito de don nadies pero, ahora que gracias a Twitter y Facebook nuestras palabras pueden ser "oidas" por miles, la libertad de expresión empieza a ser molesta de nuevo y parece que debe ser acotada. ¿Qué impedirá una vez legislado al respecto que se censure la promoción de una protesta o cualquier información que ellos consideren inadecuada?
Un consejo para toda la clase política: si no queréis que la gente se alegre de vuestra muerte, no les déis motivos para ello.
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